Pollo asado

• un pollo de aprox. 2 kg. ya desplumado, limpiado y vaciado de las entrañas
• algunas hojas de salvia
• una ramita de romero
• 1 limón
• 1 diente de ajo
• aceite de oliva virgen extra al gusto
• Sal y pimienta al gusto

Condimentar la sal y la pimienta con una picadura de ajo y romero. Limpiar bien el pollo de las vísceras, encender el fuego para quemar los restos de plumas y lavarlo minuciosamente, frotándolo con medio limón. Secarlo por dentro y por fuera con papel de cocina, de modo que, al hornear, se vuelva crujiente. Colocar dentro del pollo unas rodajas de limón, una ramita de romero, unas hojas de salvia, sal y pimienta. Girar el pollo en la espalda y colocar las alas para que las puntas se toquen. Bloquear las alas, insertando las puntas en dos pequeñas incisiones practicadas en la piel. Bloquearlas con la cuerda, envolviendo también las patas, para que queden bien adheridas al cuerpo del ave. Ensartar el pollo con la varilla del asador y untarlo uniformemente con aceite. Salar y pimentar. Montar la varilla en la máquina ya colocada previamente en la chimenea o en la barbacoa. Poner en movimiento el aparato y dejar cocer el pollo durante aproximadamente 1 hora y media para garantizar una cocción uniforme, teniendo cuidado de cepillarlo cada 10 minutos con un baño formado por aceite, romero picado, una pizca de sal y un poco de limón. Una vez cocido, después de sacarlo del asador, envolver el pollo en papel de aluminio y dejarlo reposar durante un cuarto de hora. Servir bien caliente.

Se puede servir el pollo con una guarnición de patatas fritas o de patatas nuevas, cocinadas en el horno. También se puede acompañar con una ensalada fresca.

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